7 errores … acerca de una opinión.
“Siete errores en la relación con tu perro” y… todos cometemos algunos. El libro de Antonio Lara Mayor nos ilustra sobre la errónea conexión que muchas veces mantenemos con nuestras mascotas. Aunque les adoremos con locura, el humano convierte esa relación en lo que desea, olvidando que los cuatro patas necesitan el instinto animal que por naturaleza les fue otorgado. Coartar su ser haciéndolos nuestros “bebés o soldados” –por ejemplo– generan en ellos conflictos emocionales que se expresan de forma física. En el fondo, de manera similar a lo que ocurre con las personas.
Leer este libro debería ser obligatorio antes de que un peludo llegase a nuestro hogar. Para mantener los ojos bien abiertos por muy buenas intenciones que tengamos. Y de paso, aprender de las alternativas naturales que podemos ofrecer a nuestros perros pese a la mala prensa que sobre ellas se cultiva en la sociedad de las grandes farmacéuticas.
La homeopatía parece magia cuando Antonio disuelve sus «bolitas» en agua y sana a los peludos. Ellos no saben qué es el placebo. Así que ese manido argumento utilizado por los detractores de la medicina alternativa no vale con los animales. Hace tiempo que dejé de pensar en los «por qués» –cuando mis perras mejoraron y mejoran tras ver a Antonio– para detenerme en la reflexión que practica la homeopatía “perruna” viendo al animal como un ser integral; como parte del entorno que le rodea y en el que se ha desarrollado, con las premisas que marca el “propietario”.
Cada síntoma físico, cada dolencia alerta de que “algo que no funciona bien”. Antonio Lara mira más allá, como explica en su libro. Trata de curar al enfermo –su yo integral–, no la enfermedad, para que la naturaleza realice la función por la que existe.
Una irritación en la piel, la inesperada actitud de nuestro perro, el pellizco que le deja de pronto sin apetito.., son centenares de ejemplos que llegan a las manos de Antonio, que investiga a diario a fuerza de trabajo, práctica y observación (son veinticinco años de profesión). Del perro, su dolencia, actitud y algo fundamental, las pistas que aportan dueño y animal cuando ponen la primera pata en su clínica.
Nadie pide ni exige que creas. De hecho, no renuncio al “pastillazo” si lo considero necesario, pero tu perro no cree ni en química ni en homeopatía. No le guía la paranoia del humano, aunque las nuestras se reflejen en ellos. Solo están preocupados por ser felices y darnos felicidad. ¿Se les puede pedir más? No mirarás igual a tu perro ni a ti mismo tras esta lectura. Aunque te duela.
Begoña Curiel Abril/2018
