• INICIO
  • BIO
  • SERVICIOS
  • CENTRO
  • BLOG
  • CONTACTO
  • Menú

SÍ, QUIERO EL PRIMER CAPÍTULO DEL LIBRO, ¡ GRATIS !

SÍ, QUIERO EL PRIMER CAPÍTULO DEL LIBRO, ¡ GRATIS !

Cuando uno vive con un perro, una de las tareas, al comenzar un nuevo día, es dar un paseo con él; algunos días cuesta un poco pero normalmente es una rutina agradable.

Vivo con un podenco al que mis hijos llamaron Inu -perro en japonés-, en honor a un perro con el mismo nombre que trasladé a casa, para unos mejores cuidados, y que terminó muriendo.

Me he levantado hace un rato, pero Inu sigue acostado y enroscado, abre un ojo y me mira; ciertos días no está muy pendiente de su salida, como si no le importara.

¡Es hora Inu! Se levanta y lentamente hace un estiramiento, agacha la cabeza y levanta la parte posterior, y luego a la inversa, estirando toda la musculatura del dorso y extremidades, luego me mira y me dice: “ ya estoy listo”. Tras este ejercicio, salimos apresurados hacia una playa cercana.

Ya estamos cerca de la playa y aunque no es temprano la luna sigue obstinada en bailar con el sol. Las pavanas ascienden y descienden con vuelos armónicos, parloteando en un léxico indescifrable para nosotros.

Por el camino nos vamos encontrando a otros de cuatro patas, algunos conocidos y otros desconocidos, cada uno con distinto humor, unos nos saludan, otros nos obvian.

Cruzamos por un camino de tablas de madera para acceder a la playa. Inu se queda atrás olfateándolo todo; yo escucho sus pisadas y recuerdo las de otros que ya no están conmigo. Se le ve feliz y disfrutando de todos y cada uno de los olores que nosotros no podemos percibir, nuestro mundo es más visual, el suyo no tanto.

Se sale del camino y bucea dentro de un gran follaje de plantas y arbustos, disfruta mucho con esto: es como si cazara energía de la tierra y de las plantas. Sólo consigo ver la punta de sus grandes orejas y de su rabo erguido camuflado entre tanta vegetación. Es uno de los perros, que con frecuencia goza del saludable hábito de explorar en libertad.

El sonido de las olas llega ahora más fuerte y me relajo un poco, me recuesto en la arena, al tiempo Inu se acerca a mí y se tumba buscando el máximo contacto conmigo que yo le permito. Siento mi respiración y la suya, ambas quedan fusionadas de forma mágica. Nos hacemos uno con todo. Un vacío se llena, nada falta.

Unos ladridos agudos nos sacan de nuestro nirvana privado, es un perro chiquito que ladra a nuestro alrededor invitando al juego, Inu se levanta y corretea con él. La dueña aparece gritando, parece que no quiere que se relacione con su congénere por miedo a alguna enfermedad o a que se manche; al final lo atrapa y luego una regañina. A menudo veo como muchos perros presentan una disposición a celebrar la vida en cualquier momento, en contraste con el estado de los dueños totalmente ausente del disfrute de sus perros; a pesar de estar conviviendo con nosotros, los perros suelen mantener esa alegría. ¿Cual es su truco?.

Esta pequeña reconexión con la naturaleza nos hizo bien a los dos, la naturaleza nos enseña y ayuda si nos acercamos de un modo íntimo.

Inu decide que ya es tiempo de volver a casa, yo le sigo…“gracias por llevarme a casa”.

Teléfono: +34 609 535 566
Email: info@homeopatiaintegralveterinaria.com

©2018 Homeopatía Veterinaria - Antonio Lara | Desarrollado por SUPER MARKETING
Utilizamos cookies para asegurar que damos la mejor experiencia al usuario en nuestro sitio web. Si continúa utilizando este sitio asumiremos que está de acuerdo.Estoy de acuerdoLeer más
Desplazarse hacia arriba