EL PLACEBO
EL PLACEBO
La misión del médico es acompañar y cuidar . El paciente, por su parte, se deja influir por la sensación de ser tratado, o por la expectativa de ser curado. Los buenos terapeutas aumentan las expectativas de curación de sus pacientes, ya empleen medicación convencional o de cualquier otro tipo.
En cualquier acto médico siempre existe un efecto placebo que favorece al paciente sumando sus beneficios al tratamiento propiamente dicho; no se trata de una acción curativa, pero produce efecto si el enfermo la toma convencido de que es un medicamento realmente eficaz. Como resultado, puede llegar a encontrarse mejor o incluso sanar totalmente.
No hay motivo para pensar que, por ejemplo, un antibiótico lleve implícito un efecto placebo diferente de un medicamento homeopático. Esto no quiere decir que el medicamento homeopático actúe exclusivamente como una sustancia placebo; semejante teoría queda descartada una vez experimentamos el éxito de la homeopatía en agricultura –agrohomeopatía- y en veterinaria. Sin embargo, hay ahora algunos intelectuales que, sin necesidad de experimentar y, bajo mi parecer sin argumentos consistentes, dicen que los animales también pueden tener expectativas de curación y beneficiarse del efecto placebo. Según los intereses de algunos, o bien los animales son seres irracionales y por eso están en el lugar en el que están, o bien son tan inteligentes como para percibir que se les está administrando una medicina.
Parte de la comunidad científica ataca y desprecia a la homeopatía, exigen pruebas y demostraciones; si las quieren que las busquen, pues ya saben dónde encontrarlas, ya que existen distintas formas de reconocer la acción de las medicinas homeopáticas en el organismo. Ciencia significa libertad para exponer todas las preguntas que surgen de los hechos y buscar con coraje las respuestas. Nadie puede destruir la homeopatía, se defiende por sí sola.
Pienso que es bastante difícil que los animales sepan lo que están tomando. No obstante, puede que algunos perros que tengan un vínculo sano con su dueño y entorno sean lo suficientemente sensibles e inteligentes como para captar durante la consulta con su veterinario, que todo lo que se hace es para conseguir su mejoría; mas la mayoría se muestran reacios y asustados. Otra cosa es la intención del dueño en querer curar a su animal, la fe en que su perro va a mejorar, eso es la fuerza curativa del amor, que a mi parecer no tiene nada que ver con los placebos. Por otro lado, otros de mis colegas que trabajan con grandes animales, vierten las drogas homeopáticas en los bebederos de las explotaciones ganaderas, dudo que una vaca en su establo pueda ser consciente de que está ingiriendo agua medicada, y despertar así algún tipo de expectativa en su propia curación.
Muchos profesionales, o gran parte del público en general, menosprecian el efecto placebo, no entiendo el porqué, pues este fenómeno es inherente a cualquier acto médico. El objetivo es mostrar interés y énfasis al prescribir cualquier tipo de medicación, y aún así no es nada fácil curar con placebos. De todas formas, y por supuesto, ¡qué viva el placebo!